viernes, julio 28, 2006



¿Que esperamos entonces de ese niño?

En el último tiempo me tope con dos comentarios que llamaron mi atención.

“… lo bueno de estudiar en la católica, es que te asegura al egresar tener pega…”

“… sipo, el calzaba perfecto con el perfil que buscaba esa empresa, de la católica, buen colegio, barrio alto, ojala rubio…”

Que pasa con las oportunidades uno podrá pensar… de hecho es uno de los temas recurrentes de los cuales con mi pareja conversamos, el acceso desigual a las oportunidades, como todos pretendemos vivir en una sociedad “mejor”, si no tenemos este tema resuelto… si aún hay personas, familias e instituciones enteras que manifiestan estos retrógrados pensamientos y que lamentablemente los llevan a la acción.

Hoy fue un día especial… de esos donde no te queda otra opción que pensar y tratar de mirar de frente a realidades que constantemente queremos sublimar y no ver… aunque siempre vagamos por ahí con el discurso de la igualdad y bla bla bla… Caminando por el agro, buscando los simples alimentos que comeremos esta semana, ahí en cuclillas se encontraba un joven, de esos que uno piensa que tienen 30 o más años, sucio y vacío… sus ojos denotaban la desesperanza y el rigor de una vida que esta lejos de tener las condiciones a las cuales yo he podido acceder… con su hijo en brazos pedía algo de dinero para comer o para lo que sea… la gente en su ajetreado día de compras rara vez se detenía a darle una pequeña limosna… solamente necesitara esa limosna o quizás también una mirada… una mísera limosna de afecto… al pasar lo mire, lo vi y sentí tristeza… pero seguí de largo, imposibilitado de hacer algo… mi desazón me acompaño un rato por el pasillo y volví… un par de monedas de 100, un chocolate para el niño y un par de mandarinas serían mi aporte a su día… a su día a día… al acercarme, su hijo, me golpeo… 3 años… su polera con restos de comida que me hablaba de la desesperación con la que comió su último alimento. Había hambre en esa mirada perdida… una mirada que no era la de un niño de su edad… a esa edad mis preocupaciones no existían, alimento, hogar, abrigo, todo lo tuve y he tenido al alcance, siempre cuando lo necesite. Mi familia nunca tuvo que ir a la vega a suplicar los pesos sobrantes de un día de compras. La vida de ese niño, jamás podrá compararse con la mía, la vida de ese niño no puede ser tan linda como por lo general podría definir mi vida. Entonces que esperamos para el futuro, ¿que esperamos entonces de ese niño?, que se adapte y comporte en los marcos de una sociedad que esta hecha por y para personas con un pasar a lo menos digno. La sociedad nos presenta una realidad cotidiana a la cual estamos acostumbrados y damos por hecho que todos debemos seguir esos cánones, respetarlos y cumplirlos. Pero si no has vivido esta vida, si no has tenido la suerte de nacer en una familia con recursos… ¿que esperamos entonces de ese niño? … esperamos que estudie en un buen colegio, esperamos que estudie en la católica, que acceda a un trabajo por vivir en un barrio alto y tener excelente presencia. Su realidad, su cotidianidad siempre ha sido otra, su vida estará marcada por sus experiencias, su forma de entender que es “vivir” estará limitada por lo que ha visto desde su infancia, y frente a lo que vi hoy… ¿que esperamos entonces de ese niño?

Debería extrañarme si en 20 años mas a este mismo niño lo encuentro en el mismo pasillo pidiendo limosnas pero con su propio hijo en brazos, debería dejarle caer todo el peso de mi moralidad, por no encontrar un trabajo y no ganarse la vida de una manera “digna”… si la indignidad, si el vivir bajo la línea de pobreza, a sido exactamente su línea de vida… ¿que esperamos entonces de ese niño?, esperamos por ejemplo -y disculpen si hablo desde mi humano prejuicio- que ese niño no tome algo que no es suyo para alimentarse… por necesidad solamente… claro que por necesidad, pero también es algo que esta inmerso en sus necesidades, algo que como diría Jung, se encuentra en su inconsciente colectivo.

Y si decidiese que violentar a alguien o golpear a su mujer, o incluso matar a alguien es lo que debe hacer en determinado momento… debiese encontrar yo que es algo extraño en su vida… Si personas que han nacido en cuna de oro y sus necesidades siempre han estado cubiertas toman estas decisiones por motivos variados, porque yo debería exigirle a un niño que esta con la vista perdida, en los brazos de su padre tratando de acceder a una migaja de alimento, que su vida estará marcada por las carencias, como puedo pedirle que en ese momento cumpla con los cánones de una sociedad que jamás se ha preocupado por él… y entonces ahora damos vuelta la mirada y lo juzgamos, ahora pasa a ser un alguien en nuestras vidas, ahora es un niño que merece nuestra atención… Como pretendemos juzgar con la misma vara a todos… como podemos juzgar a este niño con la misma vara, incluso con una mas dura (pero no es el tema), como esperamos que el entienda que lo que ha soportado en su vida, todo lo que para el es parte del día a día, es una afronta y una violación de las leyes de una sociedad que no es suya.

¿Que esperamos entonces de ese niño?... esperamos que se desarrolle integralmente como cualquiera de nosotros. Me ronda esa imagen, de ese padre ahí acuclillado con su niño en brazos… de un padre, que su mismo niño será en algún momento, y no todos tenemos el discursito de “… por mis hijos hago lo que sea…”… me ronda esa imagen, de ese padre ahí acuclillado con su niño en brazos… ahí por donde mismo anda ese perrito con tiña que todos ven como una peste, ahí donde mismo la gente lanza la basura, ahí donde casi nadie mira pues van con sus cabezas en alto, como si no quisiesen ver lo que hay en los “estratos bajos”… me ronda esa imagen, de ese padre ahí acuclillado con su niño en brazos… esperando que la caridad de las personas que compran los alimentos para sus hogares alcance para destinar esos 100 pesos que muchas veces gastamos en cigarros, dulces, chicles… esos miserables 100 pesos que en esos momentos se tornan vitales para el presupuesto mensual… me ronda esa imagen, de ese padre ahí acuclillado con su niño en brazos… que indudablemente debe sufrir, que indudablemente debe esperar algo mejor para su hijo, que indudablemente piensa en el como darle un futuro mas prospero… un futuro que muchas veces debe proyectarse a pasado mañana cuando mucho. Pero ese niño cuando adulto como se desenvolverá en esta ciudad, como se integrara a la sociedad, como lidiara con el medio, como lograra generar un emprendimiento… estamos de acuerdo que son tareas sociales que lo mas probable (ojala así no sea) nunca lograra cumplir.

¿Que esperamos entonces de ese niño?...